domingo, 25 de octubre de 2020

 EL CAMINO LEBANIEGO

Finalizaba el mes de septiembre del pasado 2017 cuando un grupo de seis vecinos de Tordesillas, veteranos peregrinos, se encaminaron hacia Cantabria con la finalidad de recorrer una nueva ruta jacobea conocida como Camino Lebaniego. Esta vía se  inicia  junto a la iglesia de Santa María de los Ángeles en la localidad de San Vicente de la Barquera, en el Camino del Norte, y finaliza en el Monasterio de Santo Toribio de Liébana, cercano a Potes. Desde aquí se continúa por la ruta Vadiniense hasta empalmar con el Camino Francés en Mansilla de las Mulas. Tres características hay que destacar en este camino: la señalética toma el color rojo a diferencia del habitual amarillo, dispone de una credencial específica y en el monasterio extienden un documento propio denominado “lebaniega”. 

Una buena parte de su recorrido de aproximadamente 60 kilómetros discurre  a través de una gran diversidad de paisajes y prácticamente la mitad lo hace por las estribaciones orientales de los Picos de Europa lo que le otorga una espectacularidad  fuera de lo común a la vez que aumenta sobremanera su dureza.

Los peregrinos tordesillanos: Pilar, Gaspar, Morena, Justo, Mary y Antonio, lo realizamos en tres etapas. Después de pernoctar en la bella villa marinera de San Vicente y de madrugada iniciamos las caminatas con una temperatura agradable que nos acompañará todos los días. La mayor parte del camino transcurre por asfalto siguiendo pistas y carreteras locales, con muy poco tráfico y desniveles moderados. 

La segunda y tercera etapas son las más complicadas al transitar por sendas de media montaña, aunque muy bien señalizadas. Los últimos kilómetros hasta Potes se hacen a través de un camino de tierra al lado del río Deva. Desde la villa lebaniega  hasta Santo Toribio es un ascenso de dos kilómetros por un andadero unido a la carretera que “pesan” sobre las piernas después de los esfuerzos del día anterior. Como anécdota curiosa decir que en Lebeña, un  lugareño nos convenció para que tomásemos un sendero alternativo al que aparece en las guías, pues según él es el “primitivo camino aunque  complicado para los que sufran de vértigo”. Seguimos sus recomendaciones y, a pesar del miedo a los precipicios, no nos arrepentimos de la decisión, pues las panorámicas que se contemplaban durante los varios kilómetros del recorrido son un verdadero espectáculo, y además corroboramos en el Centro de Estudios Lebaniego en Potes que, efectivamente, es el antiguo camino.

El motivo que nos movió a seguir esta ruta se debe a que actualmente se celebra el Año Jubilar Lebaniego. El 23 de abril del presente año se abrió la Puerta del Perdón del cenobio y se clausurará el 16 de abril de 2018. Esto sólo ocurre cuando la festividad de San Toribio cae en domingo. El último Año Santo se conmemoró en el 2.006.  

Los peregrinos al llegar al monasterio de Santo Toribio de Liébana, con cientos de personas que llenaban la explanada,  cumplimos con los ritos habituales: recogida de la “lebaniega”, acceso a la iglesia pasando por la Puerta del Perdón, asistencia a la misa del peregrino, adoración del “Lignum Crucis” (la mayor reliquia de la Cruz de Cristo) y obtener la “gracia jubilar” o indulgencia. Además, tuvimos la ventura de que Pilar, proclamara una de las lecturas de la Eucaristía.

Por su singularidad será un “camino” que perdurará en nuestros recuerdos de caminantes.

No hay comentarios:

Publicar un comentario