miércoles, 30 de septiembre de 2020

MEDIA DOCENA DE TORDESILLANOS EN EL CAMINO

Después de seis duros y largos meses afectados por la pandemia que ha castigado sobremanera el Camino de Santiago con una reducción de peregrinos sobrecogedora (en el momento de escribir este artículo llegan a Santiago en torno a 300-400 peregrinos diarios), desde Tordesillas lanzamos un canto de esperanza con la mente puesta en el 2021, Año Santo Compostelano. Para ello se mantienen dos iniciativas que auguran un resultado positivo a la vez que se pueden presentan como modestos indicios de ánimo de cara a los peregrinos.

Una corresponde al albergue municipal que continúa con su oferta de recepción de peregrinos, naturalmente aplicando todas y cada una de las medidas sanitarias recomendadas por las autoridades. Es verdad que la circulación de caminantes por el Camino del Sureste es mínima pero conviene tener en cuenta que existe  la posibilidad de pernoctar en el  albergue tordesillano y ahí estamos para cumplir con ese compromiso de hospitalidad.

La otra iniciativa parte de los propios vecinos de Tordesillas. Han sido varios grupos  e individualidades los que se han lanzado a recorrer algunas de las opciones camineras que se dirigen a la catedral de Santiago de Compostela. También los ha habido que por la incertidumbre y el miedo al virus han dejado su peregrinación para tiempos mejores.


Durante estos días de las “no fiestas” Davinia, Ángel, Elena, Rodrigo, Daniel y Gaspar, aprovechando parte de sus vacaciones, decidieron probar la suerte en esta actividad novedosa para alguno de ellos siguiendo el Camino Francés. Tras viajar hasta Sarria, punto de inicio de su andadura y la de otros muchos al encontrarse a la distancia mínima de 100 kilómetros para solicitar la Compostela,  acometieron la primera etapa hasta Portomarín. Siguiendo los recorridos diarios que ofrecen la mayor parte de las guías llegaron a Santiago en perfecto estado físico. Han dispuesto de un tiempo atmosférico muy gratificante lo que les ha servido para disfrutar con intensidad la belleza de los paisajes y de los pueblos por los que han transitado. Reconocen que ha desaparecido la masificación de caminantes y aunque han pernoctado en establecimientos alternativos a los albergues, no se han sentido solos en ningún momento y han confraternizado con otros peregrinos, la mayor parte procedentes del territorio nacional.

La valoración que hacen de esta “aventura jacobea” la resumen en dos palabras: enriquecedora y satisfactoria. Con estos dos ingredientes ya preparan para el futuro nuevos recorridos que seguro les aportarán otros valores que solo se encuentran en el Camino.

Suerte y mucha salud, amigos peregrinos tordesillanos. ULTREIA.

viernes, 18 de septiembre de 2020

14ª etapa: TEMBLEQUE – ALMONACID DE TOLEDO 33,2 KM

Etapa larga, llana y prácticamente se hace toda por caminos sin dificultades. Tras 13,8 km se llega a Villanueva de Bogas faltando para el final en Almonacid 19,420 km. A 4 kilómetros aproximadamente de Villanueva aparece la alternativa de seguir hacia Mora (Camino de Levante). Si se sigue por la del Sureste, además de ser más corta se tiene la posibilidad de pasar por la ermita de San Marcos.Los datos para esta etapa corresponden a la guía de Aliaga, Serra y Serrano.Éste es el track a seguir: https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/etapa-15a-camino-del-sureste-tembleque-almonacid-de-toledo-31804628





martes, 15 de septiembre de 2020

EL CABALLERO DE LAS VIEIRAS
En el CEIP "Pedro I" de Tordesillas y en la clase de 6º curso de religión católica trabajaron durante el confinamiento, entre otros temas propios de la asignatura, aspectos relativos al apóstol Santiago. Así, se dedicaron a conocer algunas de las leyendas que iremos pasándolas en diferentes post a este blog del albergue de Tordesillas.
El Cabaleiro das Cunchas o Caballero de las Conchas es una de las muchas leyendas que se narran relacionadas con Santiago “El Mayor”.
Me permito la licencia de extraer del libro titulado “El “Cavallero” de Bouzas”. Un héroe, olvidado, en la Ruta del Apóstol a Galicia el relato de dicha leyenda. Dice así:
“Cuenta una vieja leyenda que a un lugar llamado Bouzas vinieron dos jóvenes de muy importantes y señaladas familias a celebrar su boda. La familia del novio procedía de Gaia, en el Reino de Portugal, y la familia de la novia procedía de Amaia, en el Reino de Galicia, donde mantenía tierras e importantes posesiones en Bouzas.
Esta pequeña y hermosa villa marinera, situada en mitad de la Ría de Vigo, justo enfrente de las Islas Cíes o Islas de Baiona, fue el lugar elegido para celebrar la boda, al encontrarse a medio camino entre Gaia y Amaia, lo cual facilitaba el viaje a gran parte de los invitados.
Uno de los entretenimientos de la boda consistía en abofardar, juego en el que los señores, montados a caballo, lanzaban al aire sus cañas, bofardas o lanzas, teniendo que recogerlas al galope antes de que cayesen al suelo.
Cuando llegó el turno del novio, éste lanzó su bofarda y, mientras esperaba la caída de la lanza, observó cómo el viento desviaba súbitamente su trayectoria dirigiéndola hacia la Ría. El Caballero azuzó su caballo para no perder la lanza en el mar y, en su desesperado intento, lo que consiguió finalmente fue hundirse en el agua con su caballo y desaparecer.
A medida que el tiempo transcurría y la desesperación de todos aumentaba, vieron acercarse una barca que se dirigía hacia el punto donde había desaparecido el novio y su caballo. Cuando ya todos lo daban por muerto, ¡ sucedió el gran milagro ! Al paso de la barca, el Caballero emergió milagrosamente de las aguas con sus ropas y caballo cubiertos de Conchas de Vieira.
Atónito y confundido por los hechos ocurridos, el Caballero dirigió su mirada hacia los tripulantes de la nave quienes, emocionados, alzaron sus ojos al cielo exclamando:
Verdaderamente quiere Jesucristo manifestar su poder delante de ti y de aquellos que están en esta tierra, para bien y honra de éste, su vasallo, que llevamos en esta nave para darle cristiano enterramiento.
Nuestro señor Jesucristo quiso mostrar a través tuya, a los presentes y a los futuros, que quien a éste su vasallo quieran amar y servir, deberán visitarlo allí donde fuese enterrado llevando conchas como esas de las que tú estás cubierto, como sello de privilegio.
Él, a cambio, les ofrecerá que el Día del Juicio Final sean reconocidos por Dios como vasallos suyos, y por la honra que le hicieron a su vasallo y amigo Santiago al visitarlo y reverenciarlo, los resucitará en su Santa Gloria y Paraíso.
Después de escuchar a los discípulos, el Caballero pidió que lo bautizasen y regresó a la playa donde se reunió con su novia y les contó a los presentes lo ocurrido.”
Y de ahí la tradición de las conchas de vieira en el atuendo de los peregrinos.







jueves, 3 de septiembre de 2020

 ¿QUÉ PASA CON LOS PEREGRINOS?
El Camino de Santiago se ha resentido profundamente. La peregrinación hacia la Ciudad Santa casi se ha paralizado. El número de caminantes que transitan por las diferentes rutas se ha ralentizado de tal manera que parece haber vuelto a épocas lejanas cuando el Camino de Santiago era algo desconocido para la mayoría de los humanos llegando, incluso, a desaparecer su existencia.
Según datos de la Catedral de Santiago, durante el mes de julio de este año se entregaron 9.752 Compostelas -documento que acredita que los peregrinos han realizado el Camino- con un promedio de 314 diarias, mientras que en el mismo período de 2.019 se llegaron a repartir 53.319, siendo el promedio de 1.720. Según datos durante el mes de agosto se constató que los peregrinos que pasan por la oficina de la archidiócesis compostelana aumenta lenta pero progresivamente. Hoy, 3 de septiembre, comunica que han expedido 340 Compostelas lo que viene a ser aproximadamente el 25 % de las que se contabilizaron el pasado año. La diferencia es sustancial.
Varios son los motivos que inciden en este descenso aunque los dos más destacados se concretarían en el miedo al contagio del COVID y en el cierre de muchos albergues. Es una realidad que ese miedo atenaza a muchas personas que les gustaría ponerse en camino y deciden posponerlo para otros tiempos más seguros como es el caso de cuatro jóvenes tordesillanos que pensaban ponerse en camino desde Sarria el 22 de agosto. 
En cuanto a los albergues, unos no reúnen las condiciones sanitarias de obligado cumplimiento para abrir, otros no disponen de hospitaleros voluntarios, los hay que no lo ven rentable económicamente. Miquel Pastor, hasta hace unos días hospitalero en el albergue parroquial Domus Dei de Foncebadón me informa que en ese punto, cercano a la Cruz de Ferro, dos albergues se encuentran cerrados pernoctando en el resto entre 30 y 40 caminantes. Bastante llamativo.
¿Y qué pasa en el albergue municipal de Tordesillas? Pues sencillamente, desde que abrió sus puertas para ofrecer su hospitalidad solamente ha recibido a un bicigrino procedente de Alicante en el mes de agosto. También se han producido varias llamadas telefónicas para interesarse por su disponibilidad aunque no se llegaron a materializar. A partir del 1 de septiembre y hasta nueva orden se recibirán exclusivamente a quienes lo soliciten con 2 días de antelación. Esperamos y deseamos que todos nos tomemos con responsabilidad las recomendaciones sanitarias para que podamos volver a la nueva realidad.