LA PEREGRINA
(Isabel San Sebastián)
Isabel
San Sebastián Cabasés (Chile, 1959) es una periodista que ha centrado su
trabajo en los medios de comunicación: prensa (ABC, El Mundo), radio (Cadena
SER, Onda Cero, RNE, COPE, ABC Punto Radio, esRadio) y televisión (TVE, Antena
3, Telecinco, Telemadrid, 13TV) y como escritora.
Todas sus novelas han tenido mucho éxito. Estas son algunas: La visigoda Astur, Imperator, Un reino lejano, La mujer del diplomático, Lo último que verán tus ojos, LA PEREGRINA en 2018 y Las campanas de Santiago.
Fuente foto: AEN Asociación Escritores Noveles
Así nos presenta la autora de LA PEREGRINA su obra:
“La peregrina narra la historia
real de la peregrinación que realizó Alfonso II en el siglo IX desde la capital
del reino de Asturias hasta un bosque perdido en el Finis Terrae, en pos de las legendarias reliquias del apóstol
Santiago. Se dice que dicho viaje sentó las bases del actual Camino de
Santiago. A partir de una labor de documentación exhaustiva y de mi cariño
sincero por las tierras asturianas y gallegas, he novelado esa aventura en
forma de diario, desde el punto de vista de una mujer, Alana de Coaña. Pero,
además, he considerado de interés para el lector aficionado a la Historia
hacerle partícipe de algunos datos reales contrastados, así como del origen de ciertas
tradiciones especialmente arraigadas en nuestra cultura. Como hubiera sido
demasiado farragoso incluirlos en la narración, y a fin de hacer lo más
completo posible el fresco de las circunstancias veraces en las que se produjo
este hallazgo crucial, el libro incluye un apartado de notas que profundizan en
la documentación histórica.
Asimismo,
me ha parecido atractivo incluir una guía del primer Camino de Santiago y su
correlación en la novela. El lector curioso podrá compararlo con el actual
Camino Primitivo, prácticamente idéntico, y también seguir los pasos de los
personajes de La peregrina
desde Oviedo hasta Compostela. Un reto que vale la pena.
Los invito a acompañarme a este viaje a través del espacio y el tiempo.”
Me tomo la licencia de transcribir la reflexión que le ofrece Odoario al rey Alfonso II sobre “el camino de peregrinación”:
“El camino de
peregrinación es cosa muy buena, pero es estrecho. Pues es estrecho el camino
que conduce al hombre a la vida. En cambio, ancho y espacioso el que conduce a
la muerte. El camino de peregrinación es
para los buenos; carencia de vicios, mortificación del cuerpo, aumento
de las virtudes, perdón de los pecados, penitencia de los penitentes, camino de
los justos, amor de los santos, fe en la resurrección y premio de los
bienaventurados, alejamiento del infierno, protección de los cielos…
El camino de
peregrinación aleja de los suculentos manjares, hace desaparecer la voraz
obesidad, refrena la voluptuosidad, contiene los apetitos de la carne que
luchan contra la fortaleza del alma, purifica el espíritu, invita al hombre a
la vida contemplativa, humilla a los altos, enaltece a los humildes, ama la
pobreza; odia el censo de aquel a quien domina la avaricia. En cambio, del que
lo distribuye entre los pobres, lo ama. Premia a los austeros y que obran bien.
En cambio, a los avaros y pecadores no los arranca de las garras del pecado…”