sábado, 29 de septiembre de 2018

PEREGRINO IMPENITENTE
Hablo de un peregrino poco corriente y que no sigue los parámetros habituales de los que realizan el Camino de Santiago. Hablo de Luis Enrique, un bicigrino de Madrid con setenta y tres años en su “mochila”. Ayer pernoctó en el albergue municipal de Tordesillas en el que ya había estado en marzo de 2.017. Y ha vuelto encantado. Este “caminero impenitente”  lleva más de veinte años transitando por las diferentes rutas jacobeas que vertebran la Península y siempre en bicicleta. No se marca retos aunque consigue alguno sin buscarlo. Como es el caso que le trae a esta página del albergue municipal de Tordesillas.
Resulta que desde hace tres años que falleció su esposa no le gusta mucho vivir en Madrid,  por lo que ha decidido parar en la capital lo menos posible.  Debido a su afición de “hacer Caminos a Santiago” piensa que es la mejor fórmula para cumplir con el objetivo de alejarse de las multitudes. Así, su última aventura caminera la inició el pasado 11 de junio desde Sevilla. Como el tiempo no le aprieta adapta el kilometraje de las etapas a sus sensaciones corporales. No tiene prisa por llegar. 
Lo que persigue es no agobiarse y mantenerse cada día con el ánimo alto y la salud necesaria para tirar de su bicicleta, compañera inseparable.
Me cuenta que hace unos días estuvo una semana en el albergue que el padre Blas gestiona en Fuenterroble de Salvatierra (Salamanca) en la Vía de la Plata colaborando en las faenas y que procura hacer el bien a todo el mundo que se encuentra en el camino. Me muestra muy ufano parte de la “colección” de credenciales y la última compostela obtenida el 6 de julio. Igualmente me hace partícipe de algunas de sus muchas anécdotas acaecidas en su largo peregrinar.¡¡ Como para escribir un libro!! Ahora regresa a Madrid a ver a sus dos hijos porque se nota “algo cansado y aburrido” pero ya pensando en la próxima salida por “esos Caminos de Santiago”.
Amigo Luis, que mantengas esa salud y esa voluntad de hierro que te empujan a realizar esta actividad que te es tan satisfactoria y que el Apóstol te proteja durante toda tu vida. ULTREIA, PEREGRINO.

miércoles, 19 de septiembre de 2018

 EL CAMINO FRANCÉS EN LOS CUPONES DE LA ONCE (XII)
PUENTE LA REINA - NAVARRA
La ONCE toma por segunda vez la ciudad de Puente la Reina para que figure en la edición de cupones dedicados al Camino de Santiago. Fue el día 26 de abril de 2.010. En él se representa el MONUMENTO AL PEREGRINO. A Santiago de Compostela se llega tras 665 km.
Puente la Reina, localidad jacobea por excelencia es el punto de confluencia de las rutas jacobeas de Roncesvalles y de Somport. Recibe su nombre del puente románico levantado en el siglo XI para facilitar el paso a los peregrinos que dejan la villa. Éste, construido a iniciativa bien de la reina Mayor de Castilla o bien de doña Estefanía, mujer de García Nájera, constituye un sobrio y elegante ejemplo de arquitectura románica civil. Posee siete arcos que facilitan el paso del río Arga, y en su origen tuvo  tres torres defensivas. Todas sus calles y rincones huelen a peregrinación, por lo que no podía faltar algo que lo recuerde y es el “monumento al peregrino”
A la entrada del pueblo, en la antigua carretera a Pamplona, podemos ver dicha estatua, en el cruce con la carretera a Campanas, desde donde llega el camino que procede de Somport. Se trata de una escultura en la que se representa al peregrino con todos sus atributos: el bastón, el sombrero de alas y la capa. Delante de la figura hay una piedra en la que aparece el siguiente mensaje: "Y desde aquí todos los caminos a Santiago se hacen uno solo (año 1865)". Se cuenta, que los peregrinos que se encontraban en este punto se fundían en un fuerte abrazo.

miércoles, 12 de septiembre de 2018

IGLESIA DE SANTIAGO – TORDESILLAS (y ll)
Por desgracia solo se conservan algunos restos en estado de ruina consolidada, y de su pasada estructura no queda más que parte de los muros, habiendo desaparecido  techos, cubiertas y el coro situado a los pies del templo. La ruina ha sido desescombrada, limpiada y consolidada, lo que permite apreciar que aún conserva el pavimento, constituido por las losas de las tumbas que ocupaban la capilla mayor y la nave del templo, formando nueve calles que la recorrían hasta los pies, donde se situaba el coro.
          En esta zona sólo se mantiene un pretil de piedra sobre un escalón que marca la separación de la nave, flanqueado por pilastras y con un escudo en su centro, donde aparece la Cruz de Santiago y dos conchas de peregrino. También se mantiene una pequeña puerta con moldura rehundida en el lado de la Epístola, junto a la torre, que posibilitaba la entrada independiente a la parte baja del coro, quizás para facilitar el acceso a la torre, cuya puerta de entrada está hoy tapiada.
          Por fortuna se han mantenido la sacristía, de planta rectangular y cúpula rebajada. Adyacente, se encuentra la Capilla de la Visitación, cubierta con bóveda vaída, si bien sólo quedan los arranques esquineros donde aún se observa la decoración de yeso en puntas de diamante.
          El edificio conserva aún sus dos portadas en pie: una al lado del Evangelio, pequeña, con arco de medio punto de generosas dovelas flanqueada por un contrafuerte. La principal se abre al costado sur, de la Epístola, y es de medio punto también con grandes dovelas y columnillas de gótica estirpe que se prolongan, por baquetón, sobre el trazado del arco. Un alfiz la enmarca. Estuvo esta portada cubierta con pórtico hundido, del que sólo se conserva un arco carpanel de piedra.
          De igual forma ha desaparecido todo el cuerpo de ladrillo de la torre, que aún se mantenía en 1980, y del que sabemos que sobre la basa de piedra hoy presente, levantó cuerpo alargado de ladrillo con huecos de medio punto para campanas: dos en sentido longitudinal y uno en el transversal. Actualmente es imposible el acceso al cuerpo de piedra que se mantiene, ya que su entrada, desde lo que fue coro, esta tapiada. En el muro norte, por dentro, se incrustó un nicho funerario en forma de caja vertical donde, entre molduras clasicistas puede leerse:
                                               HIC IACET VIVAT … M
DOCTORIS CESPEDES M … TUl
VIS MAGTS SISTE VIATOR
RUMPE IAM JONICUM OPUS
CONSULE IN CODICE ANNUM
L. ET VI SOECULI XVIII
FESTINAS EN LAUS ABSIT
ME PETRO EM. CASSADO AUCTORE
IOSEPH ANT. LATATU AVNVENTE
NEC RELUCTANTE EM. GARCIA
MUNERE TRIUNVIRALI
EST POST LIMINIO REVERSA
En la bordura se dice:
IETRE (PETRE?) QUIDEM MANUEL CASSADO ALBIZ – MALVENDA [CANTABER ILUSTRIS CONTECIT.I.STELAPE.
          Son precisamente los muros de la nave los que han sufrido mayor ruina. De hecho sólo queda su basamento de mampostería a lo largo del lado del Evangelio y los pies del templo. La falta de protección del tapial de estos muros, al desaparecer la cubierta, ha acelerado su deterioro y desaparición, pues en fotografías de los años 1980, si bien se aprecia el desmoronamiento en su coronación, aún se mantenían en su mayor parte. Por el contrario las partes de ladrillo y tapial asentadas sobre zócalo de piedra de sillería (crucero, capilla mayor, sacristía y capilla próxima), han mantenido buena parte de la altura de sus muros. La sacristía mantiene incluso su techo y cubierta.
          Sin duda la calidad en la ejecución de los zócalos de los muros ha influido en su estabilidad planteando problemas desde bien antiguo pues entre 1785 y 1795 se hizo obra en el muro norte por tener una gran oquedad que ponía en peligro la fábrica. Quizás se refieran estas noticias al arco de medio punto embebido en parte del muro noreste, entre el crucero y la capilla mayor, que aparece cegado en las fotos del Catálogo y que, probablemente, se ha destapado cuando se realizaron las obras de limpieza y consolidación de las ruinas. Este arco pertenece a una construcción anterior a la que formó el crucero y la capilla mayor.
          En la capilla de la Visitación la ruina de la bóveda vaída que la cubría deja ver su solución constructiva, que formaba el cascarón con doble capa de ladrillos colocados a tabla y recibidos con yeso. Apoyaba sobre los muros del recinto mediante arcos de ladrillo en resalte formando una moldura recta que remata el encuentro con cada paño en continuidad con las pilastras que recorren los paramentos.
          El cuerpo de ladrillo de la torre ya presentaba agrietamientos en sus fachadas norte y oeste cuando fueron publicadas las fotos del catálogo, aunque el basamento de piedra aparece en perfecto estado, al menos en los paramentos que se aprecian en la imagen. Las grietas, que parecen reparadas en parte, evidencian los problemas de estabilidad de sus muros que, bien por problemas de asentamiento sobre la fábrica de ladrillo, bien por problemas de cohesión de su aparejo, causaron su ruina o propiciaron su derribo ante el peligro con que amenazaban.

viernes, 7 de septiembre de 2018

IGLESIA DE SANTIAGO – TORDESILLAS (l)
Alberto Solana de Quesada, natural de Madrid, Licenciado en Medicina, Miembro del Coro de la Comunidad de Madrid y Archivero, socio fundador de la Asociación Voces para la Paz. Ha sido miembro de la Asociación Gallega de Amigos del Camino de Santiago (AGACS) y de la Asociación de San Guillermo de Arnotegui, con las que ha colaborado en diversos proyectos jacobeos. Actualmente es presidente de la Cofradía de Santiago de Madrid y es miembro asociado de la Fraternidad Internacional del Camino de Santiago (FICS). Investigador y estudioso sobre temas jacobeos, muchos recogidos en su magnífico blog (https://albertosolana.wordpress.com/). Impenitente peregrino de los Caminos a Santiago.
En junio del pasado año, con motivo de la jornada de confraternización con ACASSE-VA, tomó conciencia de la influencia del Camino de Santiago a su paso por  Tordesillas y dedicó un amplio trabajo a los restos jacobeos en la localidad. Alberto se expresa así en esta primera parte sobre la iglesia de Santiago:
“Confieso que el lugar que más impacto dejó en mi alma de peregrino fue nuestro paso por las ruinas consolidadas de la antigua iglesia de Santiago, una estructura que ha podido resistir el abandono y el olvido total, y que en su retiro es aún lugar emocionante de cita para peregrinos y visitantes de los vestigios jacobeos en Tordesillas.
          Encontramos esta estructura al noreste de la localidad, en una calle de ronda interior cerca del antiguo Convento de San Francisco, la calle Santiago, circunvalada por la calle Corro Sol. Fue parroquia hasta el siglo XIX, añadiéndose su feligresía, tras su cierre diocesano, a la parroquia de Santa María desde 1885.
          Con fama de ser la más antigua parroquia “de las que en Tordesillas hubo”,  databa en origen, probablemente, de los siglos IX o X, época de la que nada se conserva, pues experimentó grandes reformas en el siglo XVI y lo que queda de ella es de la Edad Moderna, tras la reforma de 1949. La época de la primera reforma estructural, es contemporánea al gran momento histórico de la firma, en un caserón de la villa, del Tratado mediante el cual España y Portugal se dividían el mundo conocido.
            La situación algo periférica de este templo, hace pensar que su ubicación fue extramuros de la primitiva cerca medieval. Los restos que aún perviven son los de una edificación construida en varias etapas, pues constaba de nave principal única con capilla mayor y crucero, sacristía, torre, capillas funerarias adosadas y pórtico de diferentes épocas. Esta superposición de fábricas, procedentes de obras sucesivas en el tiempo, fue modificando la morfología del edificio, con distintas calidades en su ejecución y materiales.
          Su única nave se dividía en dos tramos y se cubría por techumbre mudéjar de madera a parhilera. El crucero se alineaba con la planta y se cubría con cúpula del siglo XVIII sobre pechinas. La capilla mayor, con bóveda de cañón, iba originalmente cubierta con armadura mudéjar, que en 1561 se obliga a blanquear con cal, y se separaba del resto por arco triunfal de medio punto. A los pies se levantaba la tribuna y se adosaba la torre. El desaparecido Retablo Mayor de esta iglesia es probable que fuera proyectado por el ensamblador vallisoletano Alonso de Villota.
          En el testero de la capilla mayor tuvo altar dedicado a Santiago Apóstol con escultura del santo en su representación de matamoros, después de su aparición en Clavijo, que se terminó de dorar en 1692. Hubo otro altar dedicado a San BIas con cuadros de estilo hispano-flamenco y frontal de cuero cordobés. Y aún otra capilla fundada por el inquisidor Arganda para su enterramiento que estuvo dedicada a la Visitación de Nuestra Señora. Su altar tuvo frontal de azulejo, y en una losa de esta capilla puede leerse:
AQUI ESTAN SEPULTADOS EL DOCTOR FRANCO DE ARGANDA YNQUYSYDOR APOSTOLYCO y CANONYGO DE LA SANCTA YGLESIA DE TOLEDO y DOÑA VANA DE ARGANDA SU ERMANA, DE LA CAMARA DE LA REYNA DOÑA ANA. FALLECYERON AÑO DE 1609 Y 1614.
Y en la cornisa que recorre la capilla se lee:
EL DOCTOR FRANCISCO…DE ARGANDA. INQUISIDOR APPOSTOUCO y CANONIGO DE LA SANCTA YGLESlA… y DOÑA IU … SU ERMANA, DE LA CAMARA DE LA REINA DOÑA ANNA ..