RESUMEN ANUAL DEL
ALBERGUE
TORDESILLANO
¡Parece
increíble! Nuevamente récord de peregrinos que durante el año 2.018 recogieron la Compostela en la Oficina del Peregrino de
Santiago.
Nada más y nada menos que 327.378 personas han llegado a la Ciudad
Santa siguiendo las numerosas rutas jacobeas, superando a las 301.036 de 2.017
y las 272.417 que lo hicieron durante el
Año Santo 2.010.El mes que aportó más peregrinos fue el de agosto con
60.415 y el que menos, enero, con 1.628. Los datos que aparecen en esta
información vienen a refrendar que el fenómeno de la emigración se encuentra en
plena pujanza, que se agranda cada año, llegando a unas cifras que no hace
mucho tiempo eran impensables.
Pero esta
masificación, que irá en aumento a medida que se aproxima el Año Santo del
2.021, pone de manifiesto que no todo es bueno en ese récord y que se detectan
muchas deficiencias de cara a la atención de los peregrinos.
Nos vamos a
centrar en el albergue de Tordesillas. De entrada reconocer que no hemos
superado los números del pasado año a pesar de los esfuerzos realizados, de
manera especial a través de las redes sociales. Han sido un total de 127
pernoctas en el albergue aunque hay que tener en cuenta que otro grupo no menos
importante transitó por la localidad continuando su andadura hacia los pueblos
siguientes.
Concreto
algunos aspectos que me parecen interesantes: Octubre fue el más prolífico con
34 peregrinos mientras que en enero quedamos a cero. Las bajas temperaturas y
las fiestas navideñas no invitan a peregrinar, sobre todo por nuestras tierras
mesetarias.
El primero en llegar fue el madrileño Agustín, el 26 de febrero y
el último que nos visitó fue Pedro José, de Tarazona de la Mancha, el 11 de
diciembre. Los días con máxima ocupación recayeron en el 16 de octubre con 21
procedentes de Santa Pola (Alicante) y al 29 de abril con 4:1de Irlanda, 1 de Francia
y 2 de Eslovenia.
En cuanto al
sexo decir que 105 fueron hombres y 22 mujeres. Entre los hombres, el de mayor
edad correspondió al francés Jacques con 76 años y el más joven el murciano
Mario con 17 años. La mujer de mayor edad fue la francesa Patrice con 65 años y
la más joven Teresa, de Albacete, con 27.
¿Y cómo han
hecho el camino? Pues 107 lo han realizado a pie y 20 en bicicleta. Tomando en
cuenta la procedencia, los españoles, con 78, superaron a los extranjeros que
se quedaron en 49. Los españoles residen: 19 en Santa Pola, 11 en Madrid y 7 en
Ciudad Real. Los extranjeros viven 12 en Francia, 10 en Italia y 5 en Alemania.
A destacar los procedentes de Malasia, Nueva Zelanda, Islandia y Japón, 1 de
cada país.
Los puntos
de inicio de su peregrinación fueron muy diversos: 21 lo hicieron desde Santa
Pola, 20 desde Alicante, 13 desde Valencia y 7 desde Ávila. También hubo 1 que
comenzó su peregrinación en Tordesillas, el polaco Marcin, el 23 de junio.
Soy
consciente, como he dicho anteriormente, que los resultados no han sido tan
halagüeños como se esperaba, pero valoro positivamente el que los peregrinos,
unos muy experimentados, otros menos y algunos totalmente nuevos, muestren el
aprecio por Tordesilllas, sus gentes y, cómo no, por las magníficas
instalaciones y servicios que se ofrecen desde su albergue municipal.
Quiero
aclarar que la disminución de peregrinos durante este año no es problema
exclusivo del albergue de Tordesillas, influyen otros aspectos que se deberían
estudiar y corregir, desde Alicante hasta Benavente, y, me imagino, que las
diferentes asociaciones instauradas en esta ruta y que trabajan por ella, los evaluarán
con la finalidad de frenar esa pérdida de peregrinos.
Pues bien, hace unos
días me ha llegado una carta por correo postal con una mensaje de
agradecimiento por las atenciones recibidas durante su estancia en el albergue junto
a una foto personal con David. En la imagen de la postal aparecen ambos en la
recepción del albergue tordesillano lo que me llena de orgullo por esa
consideración. 
Desde estas páginas transmito a David y Lynn el agradecimiento
por ese detalle hacia el albergue y Tordesillas.
Decir que ambos son cofundadores y administradores
de “THE BUTTERFLY TRUST”, organización benéfica que apoya la educación y la
salud principalmente en Vanuatu. Trabajan en colaboración con los ministerios
gubernamentales y otras ONG. 
