martes, 10 de abril de 2018


UN CAMINO MÁGICO
Sugerente slogan como definición de los Caminos de Santiago en Valladolid. Solamente por ello me dispongo a  recoger en este blog del Camino del Sureste información sobre la reunión producida a finales del mes de febrero en la localidad vallisoletana de Matallana bajo el paraguas de dicho lema. La convocatoria la realizó José Julio Carnero, Presidente de la Diputación Provincial de Valladolid. Iba dirigida a todos los alcaldes de las poblaciones por las que transita alguno de los Caminos de Santiago en la provincia y a las tres asociaciones jacobeas vallisoletanas, entre ellas la Asociación del Camino de Santiago del Sureste en Valladolid. Como invitados especiales lo hicieron Javier Pérez Andrés, periodista especializado en el Camino de Santiago, y Juan Carlos Pérez Cabezas presidente de la Asociación del Camino de Santiago de Astorga y presidente de la Fraternidad Internacional del Camino de Santiago.
Transcribo algunos de los mensajes de los intervinientes:
José Julio Carnero:
“El objetivo es realizar una puesta en común de todas las acciones que hemos llevado a cabo hasta el momento vinculadas a los Caminos a Santiago, así como analizar las acciones futuras que realizaremos desde la Diputación para fomentar y consolidar las rutas jacobeas que atraviesan nuestra provincia”.
 “El Camino de Santiago, a través de sus diferentes rutas, es el principal elemento cultural vertebrador de todo el noroeste español. Lo viene siendo desde hace siglos y no solo por ser un viaje de fe, de arte, de cultura o de naturaleza. Lo es sobre todo porque es un viaje al interior de uno mismo. Esa es su grandeza. Pero al mismo tiempo, los Caminos a Santiago son un elemento dinamizador que se han convertido, sin duda, en vías de desarrollo y atracción turística de la provincia. Por ello tenemos que seguir apostando por su promoción y consolidación”.
“Hay que cuidar estos caminos como hecho cultural, histórico y tradicional a su paso por la provincia sin olvidar el potencial turístico, no en vano El Camino de Santiago es la mejor manera de adentrarse y conocernos a nosotros mismos.”
«Venimos realizando un esfuerzo muy importante, tanto en acciones de promoción como en inversiones en infraestructuras en torno a los Caminos, buscando siempre la mejora, la consolidación y la adecuación de las vías tradicionales de peregrinaje en la provincia como son el Camino de Madrid, el Camino de Levante y el Camino del Sureste. Todo con el fin de que los peregrinos que prefieren esta alternativa a la ruta francesa encuentren un Camino perfectamente señalizado, con una buena acogida en los albergues y también por parte de la población local”.
 “En 2018 seguiremos llevando a cabo esta colaboración, que nos permitirá disponer de 35.000 euros más destinados a dos objetivos fundamentales. Por un lado, 10.000 euros a labores de promoción, que queremos coordinar con los ayuntamientos y las Asociaciones. Y por otro lado, vamos a destinar 25.000 euros a una nueva convocatoria de subvenciones que presentamos hoy a los ayuntamientos con el fin de consensuar los gastos subvencionables en función de sus necesidades. Gastos que pueden ir desde la dotación de mobiliario para los albergues, la creación o mantenimiento de áreas de descanso fuera del casco urbano, la recuperación o arreglo de fuentes o el tratamiento, desbroce y limpieza del Camino”.
 Juan Carlos Pérez:
 “Hay que tener muy en cuenta el “boca a boca” de peregrinos que eligen una ruta diferente a la francesa y comentan “su buena experiencia”, donde juegan un papel clave los propios vecinos de los pueblos.”
“No es nada nuevo porque es algo que ocurrió hace 30 años con el Camino Francés y ahora los municipios de estos itinerarios menos utilizados deben prestar toda su hospitalidad y mimar a estos peregrinos porque estos pueblos tienen la suerte de estar en el Camino de Santiago”.
“Con el tiempo, será necesaria una infraestructura hotelera mayor pero ahora hay que contar con puntos de acogida como albergues porque el peregrino no necesita más”.
Javier Pérez Andrés:
“Los caminos son los caminos y no hay una sola ruta porque los peregrinos utilizaban en otras épocas los itinerarios que hoy coinciden con los caminos recuperados como el de Madrid y el del sureste”.
“Los peregrinos pueden disfrutar de albergues para alojarse con la misma identidad que se encuentran en otras rutas, sobre todo el Camino de Santiago Francés”.
Interesantes reflexiones así como esperanzadoras promesas que es de esperar se materialicen lo antes posible para el bienestar de los peregrinos que se decidan por los caminos vallisoletanos y en especial por el del Sureste.

domingo, 1 de abril de 2018


EL CAMINO FRANCÉS EN LOS CUPONES
DE LA ONCE (VIII)

CANFRANC ESTACIÓN - HUESCA
La ONCE  puso en circulación el día 19 de abril de 2010 un cupón dedicado al Puente del Peregrino en Canfranc (Estación). Es una imagen de Pablo Morillo. El puente de los peregrinos lo encontramos en la ruta Xacobea, a las afueras del pueblo. Conserva su imagen tradicional y es uno de los puentes más conocidos del Camino de Santiago. Está realizado en piedra sillar en su base y sillarejo y mampuesto en la zona alta. Consta de un solo arco de medio punto rebajado. El origen de esta pequeña villa pirenaica, lo encontramos en un pequeño poblado medieval conocido como Los Arañones, nombre por el que era conocido este núcleo hasta los años cincuenta, década en la que se inauguró la estación internacional de ferrocarril, pasando a denominarse definitivamente Canfranc – Estación.
Peregrinas de Tordesillas
La razón de este cambio de denominación, se debe a la presencia de la monumental estación de ferrocarril, que inaugurada en 1928 dio servicio y cobertura al tráfico ferroviario entre Francia y España hasta 1949, época en que las desavenencias políticas entre los dos países, conducen al definitivo cierre del túnel ferroviario de Canfranc y como consecuencia de la estación, sentenciándola al olvido y abandono, exceptuando los momentos de gloria vividos en 1965, durante el rodaje de algunas escenas del Doctor Zhivago. 
Restan para llegar a Compostela 822,5 km por el Camino Aragonés que partiendo de Somport se unirá al Camino Francés procedente de Roncesvalles a la entrada de Puente la Reina. El valor facial es de 1,50 €.
Trascribimos la información proporcionada por  TURISMO DE CANFRANC:
En una desgastada lápida colocada en el pretil norte del puente se lee con cierta dificultad: “RAMON ME FECIC” (“Ramón me hizo”) y la fecha de 1599. Así se quiso perpetuar la memoria de Ramón de Argelas, maestro cantero bearnés, vecino de Isesta (Valle de Ossau), que culminó con éxito el difícil encargo –aceptado el 7 de julio de 1599- de reconstruir el puente destruido por una avenida del río Aragón.
Por aquellas fechas se denominaba “Pon Nou” (puente nuevo) en el particular dialecto canfranqués de raíz occitana que se extinguió a principios del siglo XIX. Posteriormente recibiría diferentes nombres: “Puente de Canfranc” (por antonomasia, al ser el único puente de piedra del término al servicio del Camino Real de Francia), “Puente de Abajo” o “Puente del Cementerio” (desde 1928, fecha de construcción del cercano camposanto). 
Nunca se denominó “Puente de los peregrinos”, que es apodo moderno e impropio. Y tampoco es ejemplar de estilo románico –como se suele afirmar- aunque se aprecian restos de su base medieval sobre la que se elevó la reconstrucción de finales del siglo XVI.
El maestro Ramón de Argelas –según el protocolo notarial recientemente publicado por Manuel Gómez de Valenzuela- se comprometía a terminar las obras de reedificación –incluida la construcción de un muro de protección en el estribo oriental- en once semanas, percibiendo por ello la elevada suma de 800 libras jaquesas (o sea, 16.000 sueldos jaqueses). 
Es una construcción de unos 35 m de largo, de los que 15 corresponden a la luz del único arco y muestra un típico perfil en “lomo de asno”. Se empleó –o reutilizó- piedra de diversa calidad y coloración: labradas en forma de sillares en la parte inferior y rosca del arco y mampostería en los pretiles.
En años recientes se ha sustituido el mortero de cal exterior por cemento y también se ha renovado la original solera de cantos rodados.
 (Turismo de Canfranc)
El origen de esta pequeña villa pirenaica, lo encontramos en un pequeño poblado medieval conocido como Los Arañones, nombre por el que era conocido este núcleo hasta los años cincuenta, década en la que se inauguró la estación internacional de ferrocarril, pasando a denominarse definitivamente Canfranc – Estación.
La razón de este cambio de denominación, se debe a la presencia de la monumental estación de ferrocarril, que inaugurada en 1928 dio servicio y cobertura al tráfico ferroviario entre Francia y España hasta 1949, época en que las desavenencias políticas entre los dos países, conducen al definitivo cierre del túnel ferroviario de Canfranc y como consecuencia de la estación, sentenciándola al olvido y abandono, exceptuando los momentos de gloria vividos en 1965, durante el rodaje de algunas escenas del Doctor Zhivago. 
En el actual paisaje urbano de Canfranc – Estación, se mezclan modernos edificios de corte vacacional, con los bloques de viviendas y casas chalet que fueran residencia de los ferroviarios, bajo la magnificencia del edificio de la estación y resto de construcciones colindantes, rodeado por una extraordinaria y multicolor mancha forestal.
Desde 1944, debido a un devastador incendio que prácticamente arrasó el núcleo de Canfranc Pueblo, apenas cuatro kilómetros más al sur, el ayuntamiento y la capitalidad se asienta en Canfranc – Estación, quedando relegado el nombre de “Los Arañones”, para denominar la montaña que por el oeste protege la población y por cuyas entrañas discurre el moderno túnel, que evita al tráfico rodado la travesía pirenaica por el puerto de Somport.