EL CAMINO FRANCÉS EN LOS CUPONES DE LA ONCE (XXII)
Real
Basílica de San Isidoro - León
El día 18 de mayo de
2010 la ONCE puso en circulación un cupón dedicado a León. En él se representa
el Panteón de los Reyes de León en la Real Basílica de San Isidoro. Como dato
complementario nos informa que Santiago de Compostela se encuentra a 302,5 km
por el Camino Francés.
La ciudad de León, de
su glorioso pasado como capital de uno de los reinos más prestigiosos del siglo
XI en Europa, conserva distintos monumentos
románicos y góticos. Algunos como la catedral gótica conocida como
“pulchra leonina” y la románica Real Colegiata de San Isidoro.
La colegiata es un templo del siglo IX
dedicado a San Juan Bautista, que sustituye a otro romano dedicado a Mercurio.
Con motivo del traslado desde Córdoba de los restos del niño mártir San Pelayo,
se cambió la advocación del templo. Fue destruido por Almanzor y reconstruido
más tarde en ladrillo y materiales pobres por Alfonso, "el de los Buenos
Fueros”, siendo en tiempo de Fernando y Sancha (siglo XI), cuando se hace la
nueva obra por manos de Petrus Deustamben.
El antiguo pórtico occidental de la iglesia, cambia
de función para convertirse en el Panteón de los Reyes que se encuentra a los
pies de la basílica y en el que descansan los restos de un total de 33 miembros
de la Corte leonesa: once monarcas, doce reinas, diez infantes, nueve condes y
diversos nobles. La cronología del Panteón es dudosa, se da por fecha segura la
anterior a 1063, en que es consagrada la iglesia de Fernando I.
De planta cuadrada y dividida en tres naves
abovedadas, sus arcos se apoyan en veintiún capiteles con mucho simbolismo: unos son de tema vegetal, otros con figuras zoomórficas y otros
historiados, como los dos que decoran el antiguo ingreso en el templo,
sorprendentes por ser los primeros que en el arte románico español reproducen
escenas evangélicas: la resurrección de Lázaro y la curación del leproso.
Pero, lo que hace sin duda único este lugar, son las
pinturas murales que decoran sus seis bóvedas y cuya belleza y estado de conservación
han llevado a que el lugar se haya bautizado como “La Capilla Sixtina del Arte
Románico”. Se trata de frescos sobre estuco blanco, su datación es compleja
aunque sin duda anterior al año 1149 en que se consagró la nueva iglesia.
El programa iconográfico es variado y se divide en
tres ciclos relacionados con la liturgia mozárabe y con la fracción de la
Sagrada Forma en la referida liturgia.
El primero se refiere al Nacimiento de Cristo
compuesto por la Anunciación a la Virgen, la Visitación, la Anunciación a los
Pastores y la Matanza de los Inocentes llena de realismo y expresividad.
El segundo ciclo es el relacionado con la Pasión de
Cristo formado por la Última Cena
El tercer es el de la Glorificación compuesto por la
Segunda Parusía descrita en el Apocalipsis de San Juan y la escena del
Pantocrátor.
Al estar en uno de los templos
más importantes del Camino de Santiago tuvo una influencia decisiva entre los
peregrinos que lo dieron a conocer en todos los rincones de Europa.
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