miércoles, 13 de agosto de 2025

TORDESILLAS, UN ALTO EN EL CAMINO DONDE LA HOSPITALIDAD SE CONVIERTE EN RECUERDO IMBORRABLE 

Hay lugares en el Camino de Santiago que no solo se atraviesan con los pies, sino que se quedan grabados en el corazón. Tordesillas es uno de ellos. Su albergue municipal, atendido por hospitaleros voluntarios, se ha convertido en un oasis para quienes avanzan día tras día hacia el sepulcro del Apóstol. No son solo camas y techos lo que aquí se ofrece, sino algo mucho más valioso: cercanía, escucha y ese calor humano que devuelve fuerza al caminante.

Los peregrinos lo saben y lo expresan. Algunos con palabras apresuradas antes de retomar la ruta, otros dejando en el cuaderno del albergue frases breves pero cargadas de sentimiento. Son líneas que brotan desde lo más profundo, escritas con el cansancio en las piernas pero con el alma llena de gratitud.

“Esas pinceladas de amistad y cariño son el mejor regalo para nosotros”, confiesan los hospitaleros, que ven en cada agradecimiento una chispa que alimenta su espíritu de voluntariado. Porque, aunque ellos dan sin esperar nada a cambio, recibir esas muestras de afecto confirma que su labor deja huella.

En esas notas anónimas se habla de sonrisas compartidas, de una mirada que reconforta, de un café ofrecido con sencillez pero que sabe a esperanza. Pequeños gestos que, para el peregrino, se vuelven tan importantes como el propio Camino.

Tordesillas no es solo una etapa más; es un abrazo en medio de la ruta. Y quienes pasan por aquí, al seguir su marcha, se llevan consigo algo que no pesa en la mochila: la certeza de que, en cada jornada, siempre hay corazones dispuestos a acoger.

 José Miguel de Alcantarilla (Murcia) 4 de enero 2024


Jacinto  de Toledo 23 de febrero 2025


Sebastián de Bogotá (Colombia) 13 marzo 2025


Manuel de Muñana (Ávila)  15 de marzo 2025



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