viernes, 28 de junio de 2024

 IGLESIA DE SANTIAGO APÓSTOL DE CIGALES

 Con unas dimensiones catedralicias, su preferente ubicación en un alto y la silueta que perfila con sus dos magníficas torres de la fachada de los pies son un referente visual en el entorno.


Se comenzó a construir en el año 1535 bajo la traza de Rodrigo Gil de Hontañón, uno de los introductores del Renacimiento en España. El proyecto se alargará y será finalizado en 1772 por los arquitectos Juan de Saravia y Diego de Praves con el oro que desde México envió un cigaleño de excepción: fray Antonio Alcalde Barriga, por aquel entonces obispo de Yucatán y Guadalajara.

El templo  fue realizado en piedra blanca caliza y se encuentra elevado del terreno para salvar el curso del rio que por allí pasa. En él destacan sus dos altas torres de cuatro cuerpos con cúpula y linterna. Y sus dos portadas, en la del lado sur, de estilo clasicista destaca el relieve con la figura de Santiago a caballo.



El interior es de grandes dimensiones. Formado por tres naves de cuatro tramos, que acaban en tres capillas absidiales en la cabecera. Grandes columnas dividen este espacio, en las que se apoyan arcos apuntados o de medio punto y todo está cubierto por bóvedas de arista decoradas con yeserías del siglo XVII.

El retablo mayor es obra de Pedro de Cea y Andrés de Oliveros de 1666, y en él se pueden ver obras del taller de Gregorio Fernández. Bellos relieves de la Anunciación y la Visitación, la Natividad y la Epifanía, San Pablo y San Pedro, una pequeña talla de la Virgen con niño de finales del siglo XVI. Santiago a caballo, y en la parte más alta un bello Calvario con dos virtudes. Llamativas son las coloridas pinturas con influencias mexicanas de la cúpula superior.


Destacar la pila bautismal fabricada en piedra del siglo XVI que tiene forma de concha haciendo referencia al patrón del templo, Santiago Apóstol.

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