RÍOS Y PUENTES EN LOS CAMINOS A SANTIAGO
Inicio una sección que titulo “RÍOS Y PUENTES EN LOS CAMINOS A SANTIAGO”´. Desde siempre los peregrinos que transitaban por las diferentes rutas jacobeas debían salvar las corrientes de los ríos con los que se topaban. La fuerza del agua no se podía tomar a la ligera y cruzar un río en el camino solía ser altamente peligroso, de ahí la importancia que tuvieron la construcción de puentes para facilitar esa labor. Algunos han desaparecido o han sido sustituidos por otros más seguros, pero tanto unos como los otros quedan en el recuerdo de millones de peregrinos.
Por
Estella pasa el Ega, de agua dulce, sana y extraordinaria. Por la villa
denominada Los Arcos Discurre una corriente de agua mortífera, y después de Los
Arcos, junto al primer hospital, es decir, entre Los Arcos y el mismo hospital,
pasa a una corriente de agua mortífera para las caballerías y los hombres que
la beben. Por la localidad llamada Torres, en territorio navarro, pasa un río
mortífero para los animales y las personas que lo beben. A continuación, por la
localidad llamada Cuevas, corre un río que es también mortífero.
Por
Logroño pasa un río enorme llamado Ebro, de agua sana y rico en peces. Todos
los ríos entre Estella y Logroño son malsanos para beber las personas y animales,
y sus peces son nocivos. Si en España y en Galicia comes alguna vez el pescado
vulgarmente llamado barbo, o el que los pictavenses llaman alosa y los
italianos clipia, o la anguila o la tenca, ten por seguro que muy pronto, o te
mueres o te pones malo. Y si por casualidad, alguien que comió de este pescado
no se puso enfermo, eso se debe a que era más fuerte que los demás o a que
llevaba mucho tiempo en aquella tierra. Tanto el pescado como la carne de vaca
y de cerdo en España y Galicia, producen enfermedades a los extranjeros.
Los
ríos de agua dulce y sana para beber, se conocen vulgarmente por estos nombres:
el Pisuerga, que pasa por el puente de Itero; el Carrión, que pasa por Carrión;
el Cea, por Sahagún; el Esla, por Mansilla; el Porma, por un enorme puente
entre Mansilla y León; el Torío, que pasa por León, al pie del castro de los
judíos; el Bernesga, en la misma ciudad, pero por la otra parte, es decir, en
dirección a Astorga; el Sil, que pasa por Ponferrada en Valverde; el Cúa, por
Cacabelos; el Burbia, que discurre por el puente de Villafranca; el Valcarce,
que pasa por el valle de su nombre; el Miño, que pasa por Puertomarín; y un
río, llamado Lavacolla, porque en un paraje frondoso por el que pasa, a dos
millas de Santiago, los peregrinos de nacionalidad francesa que se dirigían a
Santiago, se quitaban la ropa y, por amor al Apóstol, solían lavarse no sólo
sus partes, sino la suciedad de todo el cuerpo. El río Sar que discurre entre
el monte del Gozo y la ciudad de Santiago que se considera salubre. Se
considera igualmente salubre el Sarela, que en dirección a poniente, corre por
la otra parte de la ciudad.
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Puente sobre el río Nive en Saint Jean Pied de Port |
He
hecho esta descripción de los ríos, para que los peregrinos que van a Santiago
traten de evitar beber en los que son mortíferos y pueden elegir los sanos para
sí y sus cabalgaduras.”
Estos son algunos de los ríos. Faltan
otros muchos. Lógicamente los peregrinos de entonces y los de ahora los
vadearon por puentes muy diferentes. Poco a poco los iremos describiendo.
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Puente romano en Mérida |
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