domingo, 21 de febrero de 2021

EL CAMINO FRANCÉS EN LOS CUPONES DE LA ONCE (XXVIII)

CRUZ DE FERRO  – FONCEBADÓN

El día 26 de mayo de 2010 la ONCE puso en circulación un cupón dedicado a Foncebadón. En él se representa la conocida Cruz de Ferro o de Fierro. Aparece también el anagrama del Xacobeo 2.010. Como dato complementario nos informa que Santiago de Compostela se encuentra a 229,7 km siguiendo el Camino Francés.

Si avanzas hacia Santiago por el Camino Francés, en la parte final de la Maragatería, comarca de León, dejas atrás Rabanal del Camino y comienzas la subida, suave y progresiva, hacia la aldea últimamente recuperada de Foncebadón. A unos dos kilómetros y a medida que te aproximas a la cumbre del monte Irago verás una enigmática silueta como anclada en un montón de piedras. 

Se trata de una estructura muy sencilla formada por un mástil de unos 5 metros de altura de madera de roble rematado por una pequeña cruz metálica (la original de encuentra en Astorga, en su Museo de los Caminos). Te encuentras junto a uno de los hitos más significativo y emblemático del Camino ante el que los peregrinos sueñan pasar en su andadura hacia el sepulcro del Apóstol en la catedral compostelana. Se trata de la Cruz de Fierro o Ferro. En el Codex Calixtinus (s.XII) ya se la menciona como “portus montis Iraci”.


Se atribuye la colocación de la cruz al fraile eremita Gaucelmo, personaje dado a la hospitalidad que levantó en estos parajes una comunidad, una iglesia y un hospital para acoger a los peregrinos. La cruz sobre el humilladero sirvió para orientar a los caminantes, sobre todo en época invernal cuando las nevadas tapaban el camino.

El montón de piedras fue en su origen uno de los llamados montes de Mercurio de naturaleza celta, con los que los caminantes señalaban mediante montoncitos de piedra lugares estratégicos de los caminos y que posteriormente se cristianizaron con cruces. Los peregrinos que atravesaban estos montes tenían la costumbre de arrojar, de espaldas a la cruz, una piedra traída desde su lugar de origen o cogida en algún otro punto del camino como símbolo de arrepentimiento de sus pecados y el inicio de otra nueva vida. Esta tradición se mantiene hoy día por los miles de peregrinos que colocan sobre el montículo diversos efectos personales y que en ocasiones han contaminado y degradado el lugar.

En la actualidad existe un proyecto de remodelación de la zona por parte del ayuntamiento de Santa Colomba de Somoza que está siendo muy contestado por asociaciones jacobeas y peregrinos que defienden que lugar tan cargado de misticismo no se debe trastocar y convertirlo en un enclave turístico.

A ese sentimiento nos adherimos desde el albergue de Tordesillas.

 (https://www.diariodeleon.es/articulo/provincia/ayuntamiento-idea-nuevo-proyecto-adecuacion-cruz-ferro/202101150232202078502.html)



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