POR EL
CAMINO PRIMITIVO
El tordesillano
Enrique Abril Villagarcía, aprovechando unos días de vacaciones del mes de
octubre, se lanzó a la aventura de hacer el Camino Primitivo en solitario. Este
camino recibe ese nombre porque se considera la primera ruta peregrinal de las
que se tienen referencias históricas y que la realizó en el siglo IX Alfonso II
el Casto, rey de Asturias, posiblemente el primer peregrino conocido, para
visitar la tumba del Apóstol Santiago recién descubierta y confirmar que los
restos eran realmente los del apóstol.

El Camino
Primitivo (315 km), reconocido por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad en
2.015, se inicia en Oviedo y finaliza tras 262 km aproximadamente en Melide
donde se une al Camino Francés. Atraviesa Asturias por los concejos de Las
Regueras, Grado, Salas, Tineo, Pola de Allande y Grandas de Salime. Entra en la
provincia de Lugo por el puerto del Acebo hasta enlazar con Melide. Restan para
llegar a Santiago 53 km. Se considera como una ruta bastante dura al transitar
una buena parte de su recorrido por zonas montañosas. Ello le ofrece una
belleza excepcional.
Enrique, que
con anterioridad ya había realizado el Camino Francés, cargó con su mochila
llena de mucha ilusión y el día 13 llegó en tren a Oviedo, pernoctando en el
albergue del Seminario Mayor e iniciando la peregrinación al día siguiente.
Como no llevaba un plan preconcebido se fue acomodando a su resistencia mental
y física así como a los días disponibles para llegar a Santiago.
Él mismo
describe con brevedad su experiencia: “Llegué a Santiago después de 8 días de
aventuras llenas de viento, agua y barro, con innumerables subidas y bajadas.
Algunos días he hecho 35 kilómetros y otros junté dos etapas de las habituales
en una sola. Si me tuviera que quedar con alguna sin lugar a dudas sería la que
hice por la ruta conocida como la de HOSPITALES, etapa mítica para muchos y
también para mí. Fueron 10 horas y media para recorrer 47 kilómetros, con
pendientes interminables y máxima exigencia, pero los paisajes fueron
espectaculares y mereció la pena. También, para recordar, la caminata entre
Lugo y Melide con 49 km y al día siguiente, como me sentía con fuerza, decidí
llegar a Santiago con un total de 58 km y 11 horas andando. En las cercanías
del Monte del Gozo me confundí al meterme por otro camino que no era el
correcto y me tocó hacer cuatro kilómetros más.” Era el día 21. Acababa de
realizar el Camino Primitivo en 8 etapas.Al día
siguiente, después de pernoctar en el albergue de San Martín Pinario recogía la
Compostela y el Certificado de Distancia en la Oficina del Peregrino.
También me
comenta que a la salida de Oviedo entabló conversación con otros dos peregrinos
con los que compartió compañía y ayuda hasta Lugo donde se quedaron un poco
“tocados”. Se ha encontrado con muy pocos caminantes y las pernoctas las ha
realizado en albergues privados ya que los públicos estaban cerrados. Además ha
cumplido con un ruego, que cuando pasara por Bodenaya saludara en nombre del
albergue de Tordesillas a su hospitalero David Carricondo que pernoctó en el de
Tordesillas hace un par de años por estas fechas. Sin duda este camino le ha
cautivado. Y un detalle muy emotivo, ha tenido muy presentes a su padre, “el
gordito”, a su hermano Geño y a su gran amigo Luis Rodríguez, “el churrero”.
Como proyectos
futuros aparecen el peregrinar con su hija y en cuanto el tiempo se lo permita
realizar el Camino del Sureste desde Medina del Campo, en principio con
trayectos cortos con la posibilidad de volver a casa cada día y a partir de
Sanabria hacerlo de un “tirón”.
Con Carricondo en Bodenaya
Enhorabuena,
amigo Enrique, que el Apóstol te eche una mano y puedas cumplir con esos
objetivos jacobeos que te propones. ULTREIA.
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