lunes, 29 de abril de 2024

CARLA PINTA EL CAMINO 

EN HOSPITAL DE ÓRBIGO

Corría el año 2014, y más concretamente en el mes  septiembre, cuando haciendo un periplo caminero por el Camino Francés llegamos a Hospital de Órbigo (León). Tras las fotos correspondientes a la entrada del famoso puente donde tuvo lugar el hecho histórico del Paso Honroso del caballero Don Suero de Quiñones y habiendo cruzado a través de los 20 ojos o luces que lo conforman nos dirigimos al albergue San Miguel situado al final de la sirga peregrinal Álvarez Vega. 

Ya nos sorprendió su polícroma fachada aunque la sorpresa mayor  nos la llevamos en su recepción. En cuanto a su decoración no es un albergue al uso. Todas las estancias rebosaban de múltiples colores por doquier. Y es que el propietario lo había transformado en taller de pintura a la vez que pinacoteca. La colección de cuadros la forman un conjunto que han sido pintados por los propios peregrinos y los aportan a la colección como obsequio voluntario.



Pues en este ambiente pictórico es donde se desarrolla una experiencia inolvidable para una pequeña peregrina que nos acompañaba. Se trata de Carla que no se cortó ni un pelo para coger los trastos de pintar: caballete, lienzo, paleta, pinceles, colores al óleo y hasta el guardapolvo blanco, todo puesto a su disposición por los responsables del albergue.


Su intención fue plasmar algo relacionado con el  Camino a Santiago y Tordesillas. Para ello se ayudó de otro peregrino tordesillano y excelente pintor, Perico, que se encontraba con el grupo de peregrinos. Carla le explicó a Perico su idea y él le preparó de inmediato un boceto. Y no pudo ser más adaptado a lo que Carla se imaginó.

El puente, San Antolín y la Casa del Tratado toman protagonismo en el cuadro junto al símbolo por excelencia para guiar a los peregrinos, la flecha amarilla. A partir de ese momento Carla se puso manos a la obra y poco a poco trasladó al lienzo los colores más aproximados a la realidad tordesillana. 


Finalizada la obra, fue felicitada por Perico, por sus abuelos Mary Carmen y Antonio y por los responsables del albergue quienes le ofrecieron la obra pictórica a su autora para que la llevase a su casa de Tordesillas donde la conserva  como recuerdo de un día en un albergue en el que se respira, arte, paz, armonía y calor de hogar. Toda una leyenda en el Camino a Santiago, como se recoge en su página.


No hay comentarios:

Publicar un comentario