EL CABALLERO DE LAS VIEIRAS
En el CEIP "Pedro I" de Tordesillas y en la clase de 6º curso de religión católica trabajaron durante el confinamiento, entre otros temas propios de la asignatura, aspectos relativos al apóstol Santiago. Así, se dedicaron a conocer algunas de las leyendas que iremos pasándolas en diferentes post a este blog del albergue de Tordesillas.
El Cabaleiro
das Cunchas o Caballero de las Conchas es una de las muchas leyendas que se
narran relacionadas con Santiago “El Mayor”.
Me permito
la licencia de extraer del libro titulado “El
“Cavallero” de Bouzas”. Un héroe, olvidado, en la Ruta del Apóstol a Galicia
el relato de dicha leyenda. Dice así:
“Cuenta una
vieja leyenda que a un lugar llamado Bouzas vinieron dos jóvenes de muy
importantes y señaladas familias a celebrar su boda. La familia del novio
procedía de Gaia, en el Reino de Portugal, y la familia de la novia procedía de
Amaia, en el Reino de Galicia, donde mantenía tierras e importantes posesiones
en Bouzas.
Esta pequeña
y hermosa villa marinera, situada en mitad de la Ría de Vigo, justo enfrente de
las Islas Cíes o Islas de Baiona, fue el lugar elegido para celebrar la boda,
al encontrarse a medio camino entre Gaia y Amaia, lo cual facilitaba el viaje a
gran parte de los invitados.
Uno de los
entretenimientos de la boda consistía en abofardar, juego en el que los
señores, montados a caballo, lanzaban al aire sus cañas, bofardas o lanzas,
teniendo que recogerlas al galope antes de que cayesen al suelo.
A medida que
el tiempo transcurría y la desesperación de todos aumentaba, vieron
acercarse una barca que se dirigía hacia el punto donde había desaparecido
el novio y su caballo. Cuando ya todos lo daban por muerto, ¡ sucedió el
gran milagro ! Al paso de la barca, el Caballero emergió milagrosamente de las
aguas con sus ropas y caballo cubiertos de Conchas de Vieira.

Verdaderamente
quiere Jesucristo manifestar su poder delante de ti y de aquellos que están en
esta tierra, para bien y honra de éste, su vasallo, que llevamos en esta nave
para darle cristiano enterramiento.
Nuestro señor Jesucristo quiso mostrar a través tuya, a los presentes y a
los futuros, que quien a éste su vasallo quieran amar y servir, deberán
visitarlo allí donde fuese enterrado llevando conchas como esas de las que
tú estás cubierto, como sello de privilegio.

Después de
escuchar a los discípulos, el Caballero pidió que lo bautizasen y regresó a la
playa donde se reunió con su novia y les contó a los presentes lo ocurrido.”
Y de ahí la tradición de las conchas de vieira en el
atuendo de los peregrinos.
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