¿SON
IRRESPONSABLES LOS PEREGRINOS EN TIEMPOS DE PANDEMIA?
Se
comenta con cierta asiduidad a través de las redes sociales que salir en
peregrinación hacia Santiago de Compostela es una irresponsabilidad de los que
así lo hacen. Dicen que en las circunstancias actuales con los frecuentes rebrotes
del coronavirus pueden ser portadores de la enfermedad y poner en riesgo de
contagio a hospitaleros, a los vecinos de las localidades por donde pasan o
donde pernoctan y a otros peregrinos que se encuentren en su caminar. No sé en
qué se basan para inclinarse por esa percepción tan negativa hacia los
peregrinos tratándolos de potenciales apestados. Si estos caminantes cumplen
con las normas establecidas por los responsables de cada Comunidad no entiendo el
porqué deben ser diferentes a los que van a una terraza de la cafetería, a una
superficie comercial o a la playa, por citar unos cuantos ejemplos. Es más, me
atrevo a decir que las actividades de un peregrino durante los días que dure su
Camino son mucho más seguras que los casos que he puesto como ejemplos.

Voy
a exponer mi opinión personal. El peregrino, en su desplazamiento durante cada
etapa, lo hace en espacios al aire libre, bien aireados y fuera de
aglomeraciones. En sus paradas para descanso o tomarse un refrigerio se
comportará como si estuviese en su lugar de origen. Con la poca circulación que
se constata en la actualidad se va a encontrar con muy pocos peregrinos con los
que dialogar durante un tiempo prudencial. Al llegar al albergue, con aforos
reducidos al 50% y con los protocolos establecidos para evitar el contagio, el
contacto con los hospitaleros y otros peregrinos será muy limitado y reducido
al mínimo tiempo. Si sale a la localidad a comprar o disfrutar de la terraza,
como no conoce a nadie, malamente podrá tener una relación cercana con los
vecinos. Si a esto añadimos que cada peregrino seguro que cumplirá
rigurosamente, por su bien y por el bien de los demás, con las normas básicas y
obligatorias a nivel personal como son la utilización de mascarillas, guardar
la distancia social y la desinfección de manos con los geles hidroalcohólicos podemos
pensar que la posibilidad de contagiarse o contagiar prácticamente se minimiza.
De esto a la irresponsabilidad hay un gran trecho.

Ítem
más, los Caminos a Santiago son
numerosos en España con una gran diferencia entre ellos en cuanto al número de
peregrinos que reciben. Si exceptuamos media docena con más afluencia habitual
de peregrinos (en estos momentos con una merma considerable situada aproximadamente
en el 10% del pasado año en estas épocas),
el resto podría ser una buena opción para caminar durante el tiempo que dure la
pandemia. Este es el caso del Camino del Sureste por el que, de momento, en el
albergue de Tordesillas no se ha recibido ningún peregrino. Os invitamos a
conocer esta ruta jacobea.
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