2.020, AÑO CADUCO...

2.021, AÑO ESPERANZADOR

2.020, año caduco. Repleto de penas y tristezas, pero caduco. Creador de inseguridades y perversidades, pero caduco. Año odiado y tristemente recordado por la humanidad entera, pero caduco. Despreciado y sin perdonanza por los peregrinos, pero caduco. Año lóbrego y de eterna amenaza, pero caduco. Conocido por una denominación muy rara y pleno de desgracias, pero caduco. Año para olvidar y que figurará en los anales de la  historia venidera como extremadamente dañino, pero, en definitiva, más que caduco...

2.020, año de la esperanza y de la fe en la recuperación. Año nuevo inspirador de noticias agradables e informaciones realistas. Año abrazado a la superación de dificultades. Año de las vacunas, de la confianza en los sanitarios, de la victoria sobre el COVID y de la inmunidad vírica. Año Santo cargado de ilusión y de fuerza en los Caminantes hacia el sepulcro de Santiago. Año esperado por cientos de miles de peregrinos deseosos de atravesar la Puerta Santa para recibir las correspondientes indulgencias.

Quizá sean demasiados deseos y un tanto optimistas. Quizá me he dedicado a soñar despierto dejándome llevar por una emoción relativamente consistente. Este año será distinto si rompes con tu egoísmo, si empiezas a vivir unido a tantos necesitados que te encontrarás en los mil cruces del camino de tu devenir diario. Este año será algo más distinto si te abres y te apoyas en Dios.

Que así sea, amigos peregrinos.